La Autoridad de Protección de Datos Holandesa (DPA) ha impuesto una sanción histórica de 290 millones de euros a la plataforma de transporte Uber.
Esta multa es consecuencia de la transferencia de datos personales de conductores europeos a servidores en Estados Unidos, sin la implementación de medidas de seguridad adecuadas para proteger dicha información, lo que supone una grave infracción por el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD).
En el transcurso de su investigación, la DPA descubrió que Uber recopilaba «información personal sensible” sobre sus conductores europeos, incluyendo licencias de taxi, datos de localización en tiempo real e, incluso, registros médicos. Esta información se almacenaba en servidores estadounidenses, lo que, según la autoridad holandesa, implicaba un riesgo significativo, ya que la normativa estadounidense no ofrece el mismo nivel de protección que las leyes europeas de privacidad.
Motivo de incumplimiento del Reglamento General de Protección de Datos
Para la DPA, Uber realizó estas transferencias a las bases de datos estadounidenses sin «salvaguardar adecuadamente los datos en relación con esas transferencias». Además de la falta de medidas adecuadas de protección durante la transferencia de datos, la DPA calificó la conducta de Uber como una «violación grave» del Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) europeo, no solo por la naturaleza sensible de la información involucrada, sino también por la falta de transparencia hacia los conductores afectados. Este incumplimiento subraya la importancia de respetar las normas europeas, que requieren que las empresas implementen mecanismos específicos, como cláusulas contractuales tipo o normas corporativas vinculantes, para garantizar que los datos transferidos a terceros países estén adecuadamente protegidos.
Se debe recordar que la protección de datos no es solo una obligación legal, sino también una cuestión de confianza y reputación empresarial. Incumplir la normativa de protección de datos, no sólo puede suponer en multas significativas, sino que también daños a la reputación que pueden ser difíciles de calcular y recuperar.